"No somos solo cuerpo, o solo espíritu, somos cuerpo y espíritu a la vez" Sand
Soy Terapeuta Física de la Universidad Nacional de Colombia, diplomada en tecnicas de columna y profundización de las mismas en la Universidad del Rosario y formación en Terapia Craneosacral en Upledger Institute.
¿Qué es la Terapia Craneosacral?
La Terapia Cráneosacral es una terapia manual, sutil y estructural que involucra el cráneo, la columna vertebral y el sacro; se centra en el tratamiento de las membranas intracraneales y demás fascias corporales a través de la valoración y tratamiento del movimiento respiratorio primario o ritmo craneosacral, cuya potencia y calidad determina el estado de salud y vitalidad de la persona.
El movimiento respiratorio primario o ritmo craneosacral es producido al interior del sistema nervioso central por mecanismos de cambio de presión del líquido cefalorraquídeo y otros mecanismos involuntarios en los tejidos corporales. Este ritmo tiene una frecuencia de 6 a 12 ciclos por minuto y es diferente a otros ritmos corporales como la respiración y la circulación.
La Terapia craneosacral es un método fundamentalmente asentado en la anatomía corporal. De este hecho se deriva buena parte del poder y de la eficiencia del trabajo.
Principios básicos de la terapia Craneosacral
Cuatro principios básicos del trabajo craneosacral:
La vida se expresa como movimiento.
Existe una relación clara entre movimiento y salud.
Cada célula expresa su movimiento respiratorio primario a lo largo de su vida. De forma significativa, muchos síntomas y patologías que afectan el cuerpo y a la mente están relacionados con alteraciones del movimiento respiratorio primario.
El Aliento de Vida es una fuerza ordenante que orquesta la forma y función del cuerpo-mente humano; mantiene la salud de cada célula y tejido, y les permite a partir de funciones fisiológicas activas tener funciones específicas en el cuerpo.
De alguna manera, subyacente a nuestra comprensión, el cuerpo guarda en sus tejidos las experiencias, memorias de vivencias que se manifiestan ya sea a través de la sintomatología corporal o emocional, y que se evidencian durante el trabajo de Terapia Craneosacral.
Si es posible facilitar la expresión del aliento de vida la consecuencia inmediata es la recuperación de la salud.
Liberación Somato- Emocional
El abordaje completo de la terapia craneosacral incluye la liberación somato-emocional que cambia drásticamente la vida de las personas. Permite al cliente recordar traumas, accidentes y experiencias que han permanecido bajo la superficie de su consciente durante años. Una vez que las experiencias afloran a la superficie, los problemas pueden ser detectados, resignificados y resueltos.
Beneficios:
Ver y vivir el momento presente de una nueva forma, sin recuerdos restrictivos que aten los sentidos.
Entrar en la comprensión de la perfección de los procesos de la vida.
Incrementar la capacidad del perdón y reconciliación.
Resolver el caos de la tensión post traumática ya sea físico y/o emocional.
Integración maravillosa de quienes somos y por qué estamos aquí.
Ayuda a enamorarse de la vida y amarse a sí mismo.
Expansión de la conciencia.
Sobre el Terapeuta
El terapeuta debe tener formación en el área clínica con fundamentos claros en anatomía, fisiología y diagnosis médica para aplicar el trabajo craneal con seguridad y competencia.
Se requiere tiempo y una formación adecuada para desarrollar las capacidades necesarias.
La práctica craneosacral es un método para facilitar la salud mediante la observación del funcionamiento de las leyes naturales.
Es tanto una ciencia como un arte.
Como ciencia, requiere la formación académica y científica para observación sistémica del organismo.
Como arte, requiere la aplicación habilidosa de la técnica.
El factor más importante en la relación terapéutica tal vez sea la presencia. La presencia es una cualidad fundamental que el terapeuta aporta a la relación. La presencia tiene muchas facetas y todas ellas se combinan para crear un entorno que sustenta y anima el proceso de curación.
En primer lugar está la calidad del campo que crea el terapeuta, idealmente, éste se mantiene en estado neutral y acepta al cliente con una mirada incondicionalmente positiva e invoca el estado de amor para que tenga lugar el proceso curativo de esta manera la confianza y conexión aportan seguridad y resultados óptimos en el proceso.
En segundo lugar, y no menos importante, la cualidad de la autenticidad, porque para poder encontrarnos con otro ser humano tenemos que ser completamente nosotros mismos.
Frecuentemente el cliente encuentra la capacidad de expandirse hacia nuevas opciones gracias a la apertura del terapeuta.
En tercer lugar, tan importante como crear el espacio en la relación terapéutica, es corelacionar sintomatología con los hallazgos en la palpación durante la terapia craneosacral.
Dentro de este entorno de autenticidad, aceptación, seguridad y espacio, los clientes son capaces de expresarse, llegando en último término a esas áreas delicadas que suponen un reto y constituyen la razón de su consulta. Esas áreas en que su cuerpo busca curación y su alma pide comprensión.
Constanza ha sido para mi un coach de vida, las terapias craneosacrales han cambiado mi forma de ver el mundo, de vivir la vida y disfrutar al 100 el aquí y el ahora; Un proceso de cambio siempre se logra con una gran guía.
Anne Escobar
